Triste Payaso

Payaso,
Soy un triste payaso
Que oculto mi fracaso
Con risas y alegria
Que me llenan de espanto

Ciertamente no comparto para nada con mi papá en cuanto a gustos musicales se refieren. Pero dentro de la discografía de "My Old Man", siempre me impactó aquel vinil cuya portada puse arriba. Su tema principal me hizo comprender lo que es la antítesis y sobretodo, la realidad de la vida.
A lo que me refiero es a la idea de un "profesionalismo", del tener a diario que ponerse aquella careta de la que este desgraciado de Javier Solís habla en su canción (insisto, Javier Solís es el "Joy Division" de las rancheras, ¡ qué música más maldita!). Cuando hablamos de esta careta, hablámos de réditos, de no acabar con el negocio o más bien dicho, no espantar a la clientela.

"Clientela"... claro, en mi caso hablo de mis labores como comunicador, analizando muy objetivamente pienso que transmitir mi amargura a mi público no está bien, nada bien y de hecho en este medio suele reflejarse porque los posts divertidos tienen mucha más aceptación que los deprimentes.

Otro análisis también corre por el hecho de que siempre me ha gustado divertir a la gente, por algo opté por la profesión por la que me incliné, por algo pierdo mi innata timidez cuando me he subido en un escenario, las pocas veces que lo he tenido , pretendiendo ser rock-star, por eso solo cuento chistes y hago tonterías frente a mis amigos. Todo eso es una catarsis o tal vez me realiza como individuo "dar al público lo que quiere". En verdad esa situación puede no llegar a ser bien manejada y la gente que me quiere se golpea con las consecuencias de un "yo más auténtico".

En todo caso, espero no fallar a quienes leen este blog (por ejemplo) e intentar no ser visceral, osea básicamente entretenerles. No siempre será así, pero al menos por mantener esta página no me pagan. En lo "más profesional" si toca ponerse la careta nomás...

No puedo...
Soportar mi careta
Ante el mundo estoy riendo
Y dentro de mi pecho
Mi corazón hiriendo

Ja, Ja, Ja