jueves, octubre 17, 2013

El auge de las "colecciones de latas"














Si fuiste niño en los noventas y viviste en Ecuador, probablemente fuiste parte de este fenómeno que llegó incluso a ser sustento de algunos comercios, por lo menos de lo que me acuerdo en Quito y alrededores: la colección de latas de bebidas.

Esta movida es bastante noventera. Por mi lado, comenzó en el verano de 1991. Estando en vacaciones, vi una propaganda en TV, si mal no recuerdo de Fanta. El tema es que veía a los actores de dicha propaganda, bebiendo el refresco de una lata, cosa que para la época era para mí al menos, de otro planeta. Recordemos que para ese entonces, las bebidas gaseosas en el Ecuador, se comercializaban enteramente en botella ... ¡y de vidrio!

Le conté de la la novedad vista a mi papá, él, siempre citando a sus viajes y demás, comentaba que en Estados Unidos, pues es lo más normal, pero que ciertos locales del centro, traían "esas latas". Entonces le jodí pedí que me llevara y comprara una. Fue una Sprite

Al acabarme el refresco, y ya en mi casa, supuse que sería un lindo adorno para mi cuarto. A veces creo que soy de los que empezó esta moda en la ciudad, pero no quiero ser tan pretencioso, solo quiero recalcar que fui de los primeros con este tema. Pasó un tiempo y en las compras navideñas, pedía a mis papás que me compren más de esos refrescos enlatados, todos ellos parando en mis estantes, para inicios de 1992, ya no eran mis adornos, había pensado hacerle colección, pero no prosperó mayor cosa hasta finales del mismo año.

Ya para 1993, era una locura. Supongo que en el primer trimestre de dicho año fue cuando a muchos niños en Quito se les ocurrió hacer los mismo, podías observarlo de sus ventanas (por cierto, poner la colección en la ventana, me parecía una cosa por demás chola) y en las conversaciones en las escuelas o catecismos (?), las respectivas colecciones eran tema recurrente de conversación.


De pronto, bazares, tiendas y delicatessen, vieron como un gran negocio, alimentar las colecciones de los chicos quiteños y alrededores y veías varios locales en todos los barrios (en mi barrio, Carcelén, a dos cuadras de mi casa, había uno bastante bueno), constantes peregrinaciones de los niños y sus padres (insisto, yo de Carcelén no tenía problema en ir hasta el Valle de los Chillos a buscar nuevas latas) y lugares ya bastante especializados, como las tiendas "snickers" que había en El Caracol y El Bosque, en las cuales, vendían varias novelerías gringas, pero sobretodo, las famosas latas.

Una común lata de gaseosa costaba 1500 sucres: de Coca-Cola y sus marcas afines, de Pepsi y marcas afines. Había colecciones enteras de marcas que ofrecían gaseosas de todos los sabores: Crush, Ritz, Welch's, conocimos famosas marcas norteamericanas como "Mountain Dew" o "Dr. Pepper". Las de cervezas, dependía de donde vengan. Las marcas colombianas (Clausen, Águila, Poker) valían 1350, las europeas, tipo Tuborg o Heineken, de 1700 para arriba. Lo mejor (¿o peor?) es que me vendían tranquilamente la cerveza a mí, ¡teniendo 10 u 11 años! La biela gringa (Miller, Budweiser) igual costaba 1500.

Hablando de que te vendían biela, así fue como empezaron mis primeras chumas, porque casi siempre, te bebías el producto y puedo decir que a los 11, ya había bebido finísimo: Foster's, Tecate, Old Milwaukee ... Había probado cosas deliciosas como el "Hawaiian Punch" y también, desagradables como el agua tónica "Canada Dry". En 1994, la moda era total

Pero ya agotadas estas opciones, empezaron a llegar modelos exclusivamente de colección. Es así como nos alocamos para comprar la zaga de Los Picapiedra o de Mario Bros. También ediciones especiales, con competiciones deportivas, principalmente fútbol o carreras de autos. Una edición especial de la gaseosa "Chek" con el corredor de Nascar "Mark Martin", me costó ¡escandalosos 3000 sucres! Claro, en ese mismo local había una Pepsi venezolana, edición especial con la cara de Franco de Vita, valía 5000 y mi papá se negó totalmente a comprármela.

El interés luego se volcó en ver de qué país más raro y distante, te sacabas alguna lata. Hablando de Venezuela, de pronto nos vimos invadidos de refrescos "Hit", "Chinotto" y varias de sus marcas. Tener alguna lata europea era un tesoro, pero lo más loco que pude conseguir ¡fue una Pepsi de Jordania! También, llegó a ser muy valiosos tener latas de "formas raras", como las miniatura que repartían en los aviones o las muy grandes. En el mercado común y tiendas muy rebuscadas, las vendían de 3000 sucres, para arriba, pero mejor era conseguirlas por medio de "buenos contactos".

Pero esta "euforia", decayó para el segundo semestre de 1995. Supongo, que la entrada en la adolescencia de quienes fuimos parte de aquel fenómeno, contribuyó a que poco a poco, deje de ser relevante. Ya se dejó de hablar de esto, supongo, la siguiente moda fue el MTV gratis. Tal vez de eso hable en otra ocasión. Yo todavía conservo "orgullosa", mi colección, me costó mucho esfuerzo reunirla y va a ser difícil que me deshaga de ella. Tal vez si lo hago, deje de ser tan inmaduro, en fin. Les dejo con unas fotos.


Puro Sabor Nacional!
se acuerdan que vendían Tropical en lata?



bielas colombianas, mexicanas, australianas

  

 gaseosas venezolanas
su forma era distinta a la de la lata gringa
y era complicado armar "la pirámide"

  

"grandes personajes"
Bueno, la de Norelys Rodríguez de hecho, es más reciente

  

bielas bolivianas, peruanas, argentinas


"a cerveja do mengao!"
Sí, Flamengo de Brasil, tenía su propia cerveza
 

 una Miller gigantesca


Pepsi y Coca - Cola en miniatura