miércoles, agosto 13, 2014

Allá en el 1990...

Era la noche del 10 de agosto de 1990, yo estaba acostado listo para dormirme y antes de eso, le daba una nueva vuelta a mi librito de Fábulas de Esopo. Había sido un lindo día en el que salímos de paseo con mis papás, ya que era feriado. Mi hermana se había ido a dormir donde mi abuelita, mis papás, viendo "Tiburón". Cuando estaba conciliando el sueño, la tierra comenzó a temblar, no caía muy bien en cuenta lo que pasaba hasta que un estante se vino encima de mi cama, pude esquivarlo, salir corriendo y mi papá ya acudía a sacarme de mi cuarto y mi casa.


Esa noche, todo el barrio durmió afuera, había mucho susto, paredes cuarteadas, los niños alborotados y mi entonces inquilino, explicándonos el "por qué la tierra tiembla". La luna tenía un aspecto tétrico y horrible y ya llegaban noticias de fallecidos en las poblaciones aledañas. Al día siguiente, todo era acerca del temblor y los días siguientes, siguió habiendo temblores, me acuerdo uno de ellos fue el día que Barcelona le ganó a River por Copa Libertadores.

En ese verano, se empezó a gestar una manía en mí. Es bien sabido, que los veranos en Quito se caracterizan por los fuertes vientos y los ruidos que dichos vientos generaban en el techo de la casa, eran muy similares a cuando hay temblor. El resultado: que yo no pueda dormir en paz. Además las Fábulas de Esopo, necesitaba un ruido que neutralice los traqueteos de la casa y me haga olvidar los temblores. En esos tiempos, la TV dejaba de emitir programación a la medianoche y había que recurrir a la radio. Me acuerdo que las únicas estaciones que estaban 24 horas al aire eran: Sonorama, Hot 106 y La Bruja y si pasabas al AM, podías escuchar radios colombianas, que pasaban puras noticias de bombas y guerrillas, así que para no tener más miedo, prefería la música.

Hay 2 temas que me acuerdo, sonaban mucho en esas noches: "Something Happened In The Way To Heaven" de Phil Collins y "For You" de The Outfield, ya cuando amanecía, prendía la TV y antes de los programas de agricultores, pasaban "Blaze Of Glory" de Bon Jovi. Finalmente podía dormir en la mañana, antes que den los "Muppets Babies", en lo que era una madrugada agotadora ante lo sensibles de mis oídos.

Pasaron los años y ya no leía fábulas, pero era imperativa la presencia de una radio para poder dormir. Mi papá me compró en Guayaquil, una sofisticadísima grabadora "Sanyo" con apagado automático, lo que facilitaba mi descanso. De todas formas, siempre despertaba 2 y 3 veces en medio de la madrugada, ya no era tema de los temblores, sino de mis pesadillas y mientras me agazapaba aterrorizado entre mis cobijas, mi único acto de valentía era estirar la mano para prender la "Sanyo" y que mis héroes musicales me ayuden a combatir a los mounstros nocturnos: los U2, los Guns N' Roses, los Nirvana ... hasta incluso "Lisa M" asomaba por ahí (?), la idea era tener valor a través de la música.

Las épocas de apagones fueron francamente horrendas, era curioso, pero prefería esperar a que llegue la luz para dormir, antes de eso, conciliar el sueño era imposible. Para mediados de los 90, la oscuridad me fascinaba y creo que los demonios de mis sueños también, pero el silencio me parecía insoportable, aunque sea tenía que yo mismo cantarme algo si quería tranquilizarme y conciliar el sueño.

Dormir sin una radio prendida siempre me costó y ya en mi juventud, solo podía hacerlo si dormía acompañado (inserte sonrisa pícara aquí), la verdad, creo que por fin lo superé golpe de 2010 o 2011, cuando supongo, el cansancio de las jornadas laborales, me hacía caer rendido y no tener tiempo para pensar en mounstros ni temblores. Claro, ahora casi siempre agarro mi guitarra cuando me acuesto y voy tocando hasta que me quedo dormido.

El objetivo de contar toda esta historia, fue la noche vivida este 12 a amanecer 13 de agosto de 2014, en la que ha habido una serie de temblores en Quito y cada ruido nuevamente vuelve a alarmarme, otra vez dormir estuvo misión imposible. Esto me puso a pensar en todas las coincidencias con 1990: final de Mundial entre Alemania y Argentina (y ganada por los alemanes), el nuevo auge de las "Tortugas Ninja" y ahora, la escalofriante serie de temblores. No me vendría mal que vuelvan a ser las cosas como antes, yo a principios de los 90 pasé muy lindo de todas formas. Ahora es mi sobrino quien está espantado, no sé si siga mis pasos.

La música me pone alegre, me hace más valiente y casi siempre, me ha ayudado a dormir. Definitivamente, la música es mi droga.


jueves, mayo 01, 2014

20 años sin Ayrton


Todavía recuerdo esa nefasta mañana, aquel Primero de Mayo en el que en Ecuador había elecciones legislativas y yo ya estaba, como siempre, despierto muy temprano para ver la carrera de Fórmula 1 y a hacer fuerza por mi ídolo, Ayrton Senna. Él había cambiado de escudería, dejó el tradicional rojo y blanco de McLaren para pasarse a Williams, que era la escudería de moda, la de más billete, la de mejor tecnología, la que había hecho campeones a Mansell y Prost en años pasados. Era una apuesta segura.

Ayrton no venía bien, se había retirado de los 2 primeros GP de la temporada, mientras que su más cercano rival, Michael Schumacher, ya había conseguido 2 victorias. El ambiente en Imola era muy tenso, en las prácticas había muerto Roland Ratzemberger, joven piloto austríaco. Por otro lado, Senna, su equipo y admiradores sabían que no se podía fallar si se quería pelear el título. Yo me acuerdo haber estado muy nervioso.

Arranca la carrera, Ayrton en pole como siempre y en ese arranque hubo un accidente. Por primera vez veía el famoso "Safety Car", mientras limpiaban los escombros del desorden, mis nervios aumentaban porque con ello, Senna no podía distanciarse de Schumacher. Finalmente se retira el Safety Car, Senna vuela y yo recupero la calma al ver a mi ídolo acelerar y acelerar. De pronto, El Williams se va de largo en la infame curva "Tamburello" y Senna se da de frente contra el muro. Lo primero que pensé es que "perdíamos el título frente al cabrón del Schumacher", pero Ayrton lucía muy mal y me preocupé. En la transmisión decían que apenas reaccionaba y se lo llevaron a la clínica en helicóptero. Mi mamá me mandó a comprar a la tienda. A lo que regresé, los Michelet confirmaban la muerte del gigante, yo simplemente arranqué a llorar.

Fue un domingo tremendamente amargo, no lo podía creer, pasé en shock, hasta me enfermé. Recordaba las grandes hazañas de Ayrton, aquel Mónaco '92 pico a pico con Mansell, aquellos Adelaida en los que se deslizaba como pez en la lluvia, mientras el resto de pilotos se ahuevaban. El eterno campeón de Monza, de Mónaco, el de las rebasadas imposibles, el del furioso acelerador. Ya nunca sería igual el gran circo de la Fórmula 1.

Senna me dejó el legado de la afición a la Fórmula 1, que ha ido desapareciendo porque nunca encontré alguien siquiera comparable a él, tal vez me identifico con Raikkonen por su carácter gélido en casi todos los aspectos de la vida, excepeto a la hora de acelerar. Me dejó esa impresión de que la gente puede morir joven, puede morir en su mejor momento, que nada está garantizado, ni el próximo segundo, ese cierto sentido de decepción por el mundo que perdura hasta estos días, pero también, varios recuerdos hermosos de mi infancia, el deseo de salir igual a correr aunque las condiciones sean las más desfavorables, claro, esto en sentido figurado y aplicable al diario vivir. Ayrton ídolo, nunca, ¡pero nunca te olvidaré!