lunes, junio 30, 2008

Solo cuestión de oír


Viento veraniego, ruidos de motores
aviones, buses, automóviles
compañía en la oscuridad
supuesta sensibilidad

Una canción como tormenta perfecta
guitarras en ráfagas violentas
precisión para alumbrar las tinieblas
delirio al que pronto te entregas

un sonido, una grata compañía
un alisciente de que la felicidad no es pasajera
esos beats son todo lo que guía
a este hombre y su parcial ceguera

1 comentario:

redwine dijo...

En esa foto hasta medio agradable se le ve al audition. La música calla las voces de los fantasmas de la cabeza. Nada más puedo decir