miércoles, abril 20, 2011

Bitácora de una vida con un papá militar


Quienes crecimos con padres al servicio de las Fuerzas Armadas tuvimos una infancia muy particular. Cuando hablé con amigos que se criaron bajo ese mismo yugo, coincicdimos en varios puntos y al menos supe que no estaba tan loco. Vamos a revisar algunas anotaciones de la vida con un papá militar.

Punto 1
Un niño normal cuando es sorprendido en una travesura puede tener la opción de huir. Un niño con papá militar NO. Recordemos que tu distinguido progenitor está entrenado para perseguir a muerte al enemigo así que te perseguirá hasta alcanzarte con facilidad cuando un papá regular solo desistirá por su físico deplorable. El hijo con papá militar de estar dispuesto a asumir las consecuencias y ni siquiera se le debe pasar por la mente intentar encerrarse en su habitación. Recordemos que un papá cualquiera por respeto a su inmueble no botará la puerta abajo, mientras que el militar no vacilará en hacerlo ante "la búsqueda de su objetivo".

Punto 2

Lecciones de nado. Un papá normal intentará familiarizar con cautela a su hijo con el agua, el papá militar hará de este evento un trauma difícil de superar cuando haga a su hijo batirse abruptamente con aguas turbulentas y/o profundas bajo el pretexto de una característica frase de un papá militar: "tranquilo, estás con tu padre". Si sales con vida, tendrás dos opciones: una incontrolable hidrofobia o la seguridad de ser tan invencible como Superman.

Punto 3

A cualquier niño le aterra la posibilidad de una Guerra, por lo que puedes regularmente soñar con un enfrentamiento bélico. ¿Qué pasa cuando le cuentas a tu papá militar que tuviste una pesadilla en la cual tu país/ civilización estaba enfrentándose en una cruenta Guerra y vivías los bombardeos de una forma muy real?. Te preguntará : ¿y estábamos ganando?... PLOP!!

Sobrevivir la infancia con un papá militar es complicado y los rastros de aquella vida suelen ser fácilmente detectables con hijos que evidentemente adolecen de aversión por la autoridad. Si usted es uno de ellos coméntelo con su propia experiencia.

1 comentario:

Juan Zyrkero dijo...

Pues yo crecí con papa medico, y en ese caso subestima todas tus enfermedades porque obviamente no moriras con un padre médico, asi que no importa cuan alta sea la fiebre, te dara un jarabe y te mandara a clases moribundo e hirviendo en fiebre, y lo peor para un niño, inyecciones a la orden del día.

Saludos.