Gatos Samurai: combinando acción y comedia

Díganme niño raro, pero no era muy fan de los dibujos animados de acción. Siempre preferí lo que me haga reír (de hecho hasta ahora) y más o menos cuando tenía diez años, apareció esta particular serie de dibujos.

Como buena serie animada japonesa, el elemento de fantasía estaba siempre presente, pero la sutil combinación de lo tradicional y lo moderno lo hace particularmente genial, más claro, el universo del "pequeño Tokio" es la caricaturización del Tokio de a de veras, pues mientras se vive las normas y códigos de un Japón monárquico, nuestros cibernéticos super héroes trabajan como repartidores de pizza.

Si bien, Wikipedia nos indica que la traducción del título original en japonés es "la leyenda de los gatos ninja", si es traducías al español hubiera sido un suicidio comercial, puesto que a principios de los noventa ya habían "animales ninja" (o sea las tortugas), así que mandarle el "Samurai" fue acertado.
La serie tenía cierto equilibrio dentro de su desquiciado mundo, puesto que al tener en un grupo a un líder con un serio desorden alimenticio (Speedy Ceviche) y un perdedor con las mujeres (Guido Anchoa - por Dios, ¿qué superhéroe macho que se respeta puede tener un paraguas como arma?), necesitaban una chica (Polly Esther) que medie entre semejantes personajes. No había villano más gracioso que el gran Quesote, megalómano y travestido como el solo. El llamado a la acción mediante un cascabel también era de lo más ridículo y espectacular.

Supongo que tantas tardes frente a la pantalla de caricaturas como estas dañaron mi cabeza como indica el título de mi blog. Por cierto opinarán sobre la modificación al banner.

A continuación, lo que para mi es la intro de caricatura más k*gue de risa de la historia.
Nuestros respetos a la espada Ginzu