A propósito de las festividades navideñas, el universo se invade con publicidad para juguetes, porque... al fin y a al cabo los únicos que la gozan en estas fechas son los niños. Entonces, uno como "ya grandecito" puede darse cuenta de los cambios en los juguetes, lo que nos hace presumir que tenemos aún más edad de la que sospechábamos.
En primer lugar, obviamente los chicos se fijan en los aparatos tecnológicos, muchos de los cuales nosotros sólo soñábamos (¿alguien alguna vez, aparte de mí, imaginó un aparato similar al iPod?). Hoy por, los juegos de video tienen una definición tan increíble que a nuestros ataris y nintendos los hacen lucir dignos de una escena de los Picapiedra.
Sin embargo, el cambio social se refleja en lo que son, "juguetes básicos" como los muñecos y muñecas. Las chicas de nuestras generaciones y algunos años más allá, se criaron con esto.
Una dulce y conservadora chica muy bronceada y "generosa por delante". Ahora, las nuevas generaciones se crian con esto:
Sólo el nombre del juguete ("Bratz", traducido al español sería algo así como "pillas"), tienen poses y accesorios totalmente desafiantes. No se quien se horroriza con el crecimiento de las niñas a lado de este actual juguete, al menos yo sí. Por Dios que la Barbie me parece aunque retrógrada, mucho menos dañina.
Vamos con el caso de los niños, nosotros imaginamos épicas batallas junto a grandes soldados como estos.
Ahora, tenemos un personajes que.. "cuida un poco más de sí", cómo éste.
Insisto, tal vez los años no hayan pasado en vano, pero desde mi punto de vista, ningún héroe de acción, salvo James Bond, puede lucir un peinado perfecto. Creo que se alienta a lo mismo que hace Crisitano Ronaldo en las canchas (pura lámpara). En fin, las Bratz y el Max Steel son perfectos modelos de lo que pasa en nuestra sociedad: chicas que por intentar "hacer lo que les da su gana", no reconocen límites y chicos que ponen la apariencia por sobre sus deberes. No es que me parezca mal la libertad femenina y el cuidado masculino, pero cuando rebasan demasiado el límite que se había establecido en un orden social, tenemos los resultados caóticos de estos días.
Muchas gracias a Gaby, por inspirar este post.
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1 comentario:
los juguetes son lo máximo y mi de niña me gustaban las barbies.
saludos
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