Dentro del cúmulo de noticias que gracias a este mundo hiper conectado podemos recibir, una golpeó profundamente mi cerebro y tal vez es una de las más superficiales, pero se puede desarrollar algo más a partir de un hecho de las "triviales" noticias deportivas y de farándula.
Cristiano Ronaldo manifestó en este fin de semana sentirse "algo triste", cunado la prensa se extrñó que no haya celebrado sus últimos goles. Bueno, la noticia parecía pasar nomás de largo, entre tantos berrinches a los que nos tiene acostumbrado "CR7", pero de pronto frenté a raya y me detuve a pensar en lo increíble que pareciera que ese personaje pudiera sentir tristeza.
Cristiano Ronaldo tiene TODO lo que yo he anhelado para mi vida: ganarse la vida con una profesión espectacular, tener muchísimo dinero por ello, ser conocido y admirado por millones de personas, encima más ser pintero y con esa plata y pinta poder tener a la chica que le de su gana (de hecho su novia es guapísima). Con todo eso, el pana dice que está triste. No se entiende y hasta se ironiza al respecto.
Yo apunto hacia otro lado, hacia el VACÍO del alma, algo con lo que siempre he lidiado y familiarizado, ese sentir que algo falta y que no se sabe donde hallarlo y mucho menos comprarlo. Recuerdo que algún amigo de infancia me dijo recientemente que el envidiaba unos ciertamente lindos zapatos que tenía de chico y eso se trasladaba en envidia en general hacia mí ... chuta, lo único que hice fue quedarme loco, pues nunca creí haber tenido una grata infancia, pero alguien la envidia. Seguro una relación similar guardamos nosotros, los Simples mortales" hacia el gran Cristiano Ronaldo.
A todas estas sólo queda preguntarse: ¿entonces qué diablos es la felicidad?. La felicidad parece no ser un par de zapatos, una carrera exitosa, una linda carita, un montón de mujeres ... ¿un balón de oro?. Tal vez hacia eso apunta Ronaldo, él necesita sentirse el número 1 en lo que hace y que no solo te baje de ese sitial Messi, sino hasta Iniesta (otro monstruo del balón, pero la cosa no era con él) debe ser realmente frustrante. Ronaldo manifestó que su tristeza tiene que ver con temas profesionales, o sea ¿no gana lo suficiente? (cerca de 15 milloncitos de dólares al año nomás), pero hay también detrás de eso, temas de leyes e impuestos, ¿eso le importa al futbolista? , ¡él quiere sentirse el mejor y punto!. De todas maneras te pones a pensar que si algún día Cristiano logra ser reconocido como el más grande futbolista del planeta (y eso que para mucha afición y especialistas, lo es), realmente llegue a sentir felicidad.
Bono, líder de U2, (ya han de saber de mi fanatismo hacia esa banda) supo manifestar que la principal motivación para ser cantante es esa necesidad de que todos te adoren, de que te digan que eres bueno, que sus vidas cambian por ti y reconoce que es una situación tremendamente vacía y que no tiene de otra que llenarla así. Así nos sentimos los vacíos, necesitamos que nos evaluén constantemente y esos resultados nos digan que somos listos y buenos, algunos triunfan más que otros en ese propósito. De todas formas esa igual no es la felicidad, la felicidad tal vez está en saborear de los instantes, aquellos, como los amigos, noviazgos o viajes, cuando los recuerdo, sonrío... pero vivir del recuerdo es medio turro también. Tras mis experiencias con estudios y trabajos que no me agradan, veo que la felicidad está en hacer lo que me da la gana. Espacio que tengo en mi laburo* ... y en escribir cosas como esta. Si me da esto fama y fortuna, bienvenido sea!.
* invocando al argot argentino. El que me conoce inferirá el porque lo puse así.
1 comentario:
Sospecho que lo de CR7 es sólo una maniobra para conseguir un aumento de sueldo, pero lo interesante de tu reflexión es que va más allá del futbolista. En el fondo todos nos pasamos la vida buscando la aprobación social, y no nos desenganchamos del todo del niño pequeño que se creía el centro del mundo. Por eso el comentario lo hago a la vez en tu facebook y en tu blog, para que la mayor cantidad de gente lo lea, y diga "qué razón tiene el tipo" (juá, que me crea yo que pasará esto), etc, aunque racionalmente sé que no me convertiré en un líder de opinión.
Al final se trata de que no seamos infelices, que tengamos un trabajo con el que disfrutemos o sintamos que estamos consiguiendo lo mejor de nosotros, y lo mismo con la vida personal. Y sí, se puede ser feliz en el trabajo (aunque más feliz quedándose a dormir en la cama!).
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