El domingo pasado el finlandés Kimi Raikkonen se consagró por primera vez como campeón de la Fórmula 1 dentro de lo que se puede considerar como una de las mejores carreras de esa categoría que se hayan corrido en la historia.
Y es que para el "Ice Man" (apodo ganado porque ese man ni se inmuta cuando otros por poco y se paran de cabeza cunado ganan un GP) las cosas estaban bastante cuesta arriba si quería ganar el campeonato, había tenido un flojo arranque de temporada debido a que su auto era poco confiable (cosa que hacía dudar si el piloto era el que no era confiable pues en su anterior "escudería" le pasaba algo similar). Sin embargo tuvo un resto de temporada espectacular y cuando nadie lo creía probable, llegó al campeonato.
Sin duda esa manera en la que remontó para llevarse el título hace que se convierta el "Ice-Man" en mi nuevo ídolo de la F-1, aquel título de "ídolo" solo tenía en mi el gran Ayrton Senna y es que veo en Raikkonen ese misma forma demencial y hasta irracional de conducir que tenía Ayrton. Kimi pone la pasión donde es de poner, o sea en la carrera, ya luego lo del festejo seco es otra cosa.
Y eso nomás... ya era horita que los locos vuelvan a ganar en la F-1 y que se acabe la escuelita de los "calculadores", los Prost, los Schumacher o los Alonso, por mi parte tenía años sin que un piloto que me caiga bien gane el campeonato y en fin, quería escribir de cosas que me incumben y ponen cierta pimienta a mi vida aunque sucedan lejos de mí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario