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Día 5
(El Paso de Jama)
Me levanté muy temprano en la mañana. Había que arreglar la maleta y estar temprano en una plaza polvorienta (recordemos que no hay terminales en San Pedro), estaba un poco nervioso, puesto que la veterana gringa que me vendió el boleto a Argentina, me dijo que debía demostrar a las autoridades de allá que yo andaba con dinero. Yo "solo" quería llegar hasta Jujuy, pero me vendió hasta Salta, bueno, luego no me arrepentiría. Antes de partir, había que saludarle a mi abuelita que andaba de cumpleaños y realmente se emocionó mucho que la llame desde Chile. Estuve en el "Hostal Nuevo Amanecer", bastante acogedor, sin TV (conmigo eso es grave) y te atienden muy diligentemente.
Malas noticias, el bus se supone que asomaba a las 9:30, pero cerca de las 10, la veterana gringa anuncia que se dañó y que estaría arribando a las 12:30. Por un lado dije mejor, como para hacer un par de compras en el mercadiillo que tienen, obviamente eso me aburre rápido y quería darme otra vuelta por el pueblo, pero empezó a pegar un sol maldito, realmente el peor que haya sentido en mi vida. En San Pedro de Atacama , cerca al museo del ilustre Le Paige, hay un "semáforo solar" que indicaba que cuando estaba en violeta (y este era el caso), debías salir corriendo a buscar sombra o te freías como chancho hornado. Me fui a arrimarme a un arbolito, escuchandoa 2 viejitos tratándose tan cómodamente de "weón" el uno al otro. El sol acuchilla por cualquier lado que se filtre, hay que armarse de valentía y bloqueador.
De nuevo esperando en la "plaza", me hice amigo de unas porteñitas que me habían abordado, evidentemente no eran mayores de edad, así que ea mejor no emocionarse (pero estaban muy lindas). Casi a la 1 abordamos el bus (Andesmar) y por las mismas había que parar en la aduana. Tras mucha paciencia recién tomábamos el camino del "Paso de Jama", estaba cerca la frontera boliviana también y es tal vez el recorrido en bus más espectacular por el que haya pasado en mi vida, repleto de montañas nevadas muy cerca del camino, lagunas ultra claras, polvo, desolación, llamingos, ¡es fantástico!, habíamos pasado los 4000 metros de altura y tipo 5 llegamos al control fronterizo argentino .. nada que ver, no me hicieron ningún problema, eso sí, el trámite estuvo larguísimo porque había mucha gente vinculada al paso del Dakar que estaba realizando el mismo.
Ya estábamos en la Argentina, provincia de Jujuy y una carretera extremadamente serpenteante, supongo llegamos a un punto muy alto, pero me entró el clásico frío al antebrazo que me metía pánico pensando para cuando esté en Bolivia. Sube y Baja, la bajada tenía unas curvas que ni la Alóag - Santo Domingo o la nariz del diablo y en un momento me agarré del asiento con susto. No es buena idea que te pasen películas como "Slumdog Millionaire" o "Catch Me If You Can" cuando pasas de un país a otro. Ya estábamos descendiendo a San Salvador de Jujuy, muy al contrario de la policía chilena, los argentinos solo paran el bus, se suben, pasan vagamente una linternita y listo, mejor me reía. Llegó el bus a San Salvador y el terminal no estaba muy amigable que digamos, así que mejor que me iba de largo, el problema es que es más de las 9 de la noche y llegar a Salta toma 2 horas más.
Pasé por pueblos que solo sabía que existían por mi trabajo, como Perico o Güemes, pero en la vida creía que los vería con mis ojos. Ya casi a la medianoche llegué a Salta sin un peso argentino y una terrible humedad en la ciudad. La terminal de Salta está muy linda, busqé una cambiaria y luego un cajero, hallé lo segundo pero cerrado y antes de aterrorizarme di unas vueltas con calma, hasta que salvadoramente una persona abrió el dichoso cajero. Ahora tenía dinero pero de alta denominación, entoces compré algunas revistas, tomé un taxi y por fin al hotel. Era muy tarde y estaba re-cansado, pero aún tuve tiempo para tomarme fotos con un equipo del Dakar alojado en mi hotel.
Antes, un sabrosísimo entemés musical con "Cuando Pase el Temblor" de Soda Stereo, en homenaje a mi paseo por el Pucará de Tilcara.
Día 6
(La Quebrada de Humahuaca)
Antes de dormir, pregunté en el hotel por tours a la famosa Quebrada de Humahuaca, buscamos localizarlos y la cosa es que salían muy temprano (7 AM), así que dormí muy poco, como para antes de esa hora estar listo. Logré el último cupo disponible y salí apurado cunado me pasaron viendo ... tan apurado que me olvidé cargando en la habitación a la pila de la cámara, cosa de la que recién me di cuenta cuando estábamos saliendo de la ciudad y ya nada, había que pensar como solucionar el inconveniente.
En una parada logísitca, le conté del problema a Ramiro, el elocuente y ocurrido guía que teníamos, me respondió con un "tranqui que los argentinos tenemos soluciones para todo" ... pana, ¡los ecuatorianos también las tenemos!. Probé qué tanto rendía la camarita de mi celu Samsung y no estaba nada mal, así que nos defenderíamos con el celular. El grupo de excursión casi todos porteños de edades entre 30 y 50 años, todos en pareja o casados y un veternao italiano. No estaba tan mal, pero tampoco era animadísimo. Eso sí, Ramiro era
De nuevo Güemes, Perico y ya me los aprendería de memoria. Llegamos a la "Quebrada Grande" (nombre oficial) y ahora sí podía con todo su esplendor, admirar las montañas que había visto en penumbra a mi arribo a la Argentina, con colorido cuasi lisérgico. Primero llegamos a Purmamarca, desde donde admiramos el increíble Cerro de los 7 colores. Vería como los pueblitos de la Quebrada se parecen mucho a los de los Andes ecuatorianos con la placita, la iglesia y demás. Aparte que siempre buscaban sacarle partida al turista. Después fuimos a Tilcara y yo estaba súper emocionado por conocer el Pucará. Al ser un lugar histórico haya que pagar entrada y a los extranjeros les cobran más, aquí es cuando me sirvió no ser tan "educadito" como buen ecuatoriano y con un simple "hola" pude pasar por local. Como sabemos, el Pucará de Tilcara fue el sitio donde Soda Stereo filmó el video de "Cuando Pase el Temblor" y yo iba brincando y tarareando el tema por todo ese pedererío. Un lugar misterioso, desolado, tal como me gustan mis vacaciones. Aparte que sumaba otro "sitio sagrado" para el fanático de Soda en el cual haya estado.
Después el pueblo de Humahuaca, donde un lugareño nos contaba sus interesantes costumbres, como el que te puedes ir a vivir con tu chica antes de casarte y si "no mismo", puedes tranquilamente "devolverla" a su familia (me parece una idea maravillosa). Pueblo, monumentos, comimos carne de llama, todo bien. Al regreso íbamos parando para tomar fotos en los tremendos paisajes, conocí el Trópico de Capricornio y me nació la pica por conocer todas las líneas imaginarias (allá te voy Greenwich!). Dimos vueltas por San Salvador de Jujuy y ya entrando la noche, de nuevo a Salta. Me preocupaba la terrible tormenta que se divisaba sobre la ciudad, pero tal como la noche anterior, conté con la fortuna de llegar cuando había pasado. Por suerte había tomado un montón de fotos lindas, excepto el 23 de agosto (cancha de Jujuy), ahí se acabó la batería del celu.
Llegué al hotel, vi muy bien cargadita la batería y salí a pasearme un poquito por Salta que me decían que es muy linda y sí, digamos que es bastante parecida a las ciudades de nuestra Sierra, pero con air argentino sin lugar a dudas. Busqué comprar una camiseta de un cuadro local, escogí la de Juventud Antoniana y justo cuando salí, estaba la barra de ese cuadro en pleno, haciendo alboroto yo no sé porqué. Supongo que corrí con suerte. Quise instalarme a ver el juego de Ecuador sub-20 en el hotel, pero a TyC le valió carpeta, en fin, había que dormir porque estaba cansadísimo y había que salir a cazar un bus que me lleve a la frontera con Bolivia.
Acá el set fotográfico de los días 5 y 6
En el próximo capítulo: viaje hacia Bolivia y la "cruda" realidad del sur de esa nación
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